Me acerque cautelosamente a la paloma,
para que así, no remontara sus alas al vuelo...
Sin querer fue un tropiezo, y se abrió camino entre los árboles.
Al día siguiente volví a la plaza
y le tiré una miga de pan.
Ahora ella posa en mi mano
Y yo la quiero ver volar
No hay comentarios:
Los comentarios nuevos no están permitidos.